Las mates del Covid-19.

En la escuela nos dijeron que algún día, saber matemáticas iba a salvarnos la vida. Pues bien, parece ser que ese día ya ha llegado. Lo estamos viendo con la espera de ver el pico de la dichosa curva epidémica. Y por cierto, todavía no he visto a ningún experto por televisión hablando de la campana de Gaus, un concepto matemático que defino en el siguiente enlace.

https://eugenioescritor.blogspot.com/2020/03/la-ciencia-del-covid-19.html

Quiero creer que los expertos, los que son matemáticos y estadistas, no mencionan la campana de Gaus en un afán de hacerse entender a oídos de los profanos en esta materia. Pero a su vez, pueden crear confusión y falsas expectativas. Porque el pico, no es un pico, como se puede ver en el gráfico que ilustra la entrada del enlace de aquí arriba. Es más bien una meseta, una línea plana según las ecuaciones matemáticas, y una línea quebrada con numerosos altibajos según los datos que se irán recogiendo en los días que vienen. Lo que nos lleva a una conclusión nefasta para mucha gente que está sufriendo el actual confinamiento. La liberación no será de golpe, como lo fue el confinamiento. Será paulatina y escalonada, con la sana intención de no provocar rebrotes y nuevas oleadas, con repartición de mascarillas y realizaciones de tests rápidos y PCR en la población.
En este punto, quería hablar de otro concepto matemático; tamaño de muestra. Es un concepto al que están familiarizados muchos biólogos. Consiste en determinar las características de toda una población a partir de una muestra de ella. Ahora bien, para que esta correlación sea correcta y ajustada lo más posible a la realidad, la muestra tiene que ser lo bastante grande. Si la muestra estudiada es demasiada pequeña, los resultados del estudio serán imprecisos.
Quizá piensen que para hacer estos estudios, lo mejor sería pasar del método del muestreo y analizar directamente a toda la población. Sería lo ideal, pero muy a menudo, es inviable en el mundo real. ¿O acaso se imaginan a los biólogos que estudian la biodiversidad de la zona de Chernobil, analizando a todos y a cada uno de los animales que allí moran, exponiéndose de paso a la radiación residual? Obviamente, no pueden examinar a toda la población, por lo que tienen que recurrir al método del muestreo.
Pues sucede lo mismo con el tema del Covid-19. No hay tests para todos, por lo que los estadistas se ven obligados a recurrir al muestreo proporcionado por los datos recopilados por las autoridades sanitarias. Se estima que el tamaño de muestra es lo bastante grande como para extrapolarlo a toda la población. Y por esta razón, se calcula que hay un gran número de pacientes asintomáticos en la población.
No obstante, los estadistas pueden equivocarse porque el tamaño de muestra puedes ser demasiado pequeño, ya que las autoridades sanitarias no son capaces de contabilizar correctamente todos los casos detectados. Es entonces cuando aparecen anormalidades estadísticas, como en el caso del número de muertos en China, muy inferior a los registrados en otros países, cuando su densidad de población es mayor que los demás. No voy a entrar en esa paranoía de que el gobierno comunista-totalitario de China está falseando sus datos a sabiendas. Simplemente, es que esta enfermedad apareció por primera vez allí, siendo una completa desconocida. Es muy probable, que muchos de los que han muerto por el Covid-19 en China, estén contabilizados como fallecidos por neumonía o complicaciones de la gripe común, o de alguna dolencia respiratoria crónica. Así que los estadistas están dependiendo de una entrada de datos que puede resultar imprecisa.
Me pregunto si habríamos reaccionado a tiempo si las estadísticas que nos llegaban de China fuesen más precisas.
A todo esto, se aprecia que todos los políticos, nuestros gobernantes, tienen algo en común, independientemente de cuales sean sus ideologías; carecen de profusos conocimientos científicos. Y si saben algo de matemáticas, están orientadas al campo de la economía. Y por esta razón, todos están reaccionando igual ante esta epidemia. Primero, dicen que no pasa nada grave, porque tienen miedo de que se colapse la economía. Y luego, cuando se dan cuenta de que la infraestructura sanitaria es la que se va a colapsar, y que va haber miles de muertos, reaccionan. Concluyendo, que aunque las estadísticas de China fuesen más precisas, nuestros gobernantes tampoco serían capaces de reaccionar a tiempo. Tener gobernantes de letras nos ha llevado a esta situación, en que todos los recursos que necesitamos nos los van a dar mañana, cuando ya los necesitábamos para ayer.

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