Covid-19 vs Cuarto Milenio

Soy un autor milenario, así que ayer vi una de las reposiciones de Cuarto Milenio que Cuatro está programando los domingos por la noche, durante el confinamiento del actual estado de alarma. Y ayer, o mejor dicho, el lunes de madrugada, tocó reponer el debate que se hizo sobre el coronavirus. Y digo coronavirus, porque cuando se grabó este debate, todavía no existía el nombre de Covid-19, ni tampoco se había detectado fuera del territorio chino.
Tuve ganas de entrar en la pantalla, viajar virtualmente al pasado, y advertir a todo el mundo lo que está pasando actualmente. Para empezar, afirmar que esta enfermedad no ha sido una creación de científicos americanos, para hundir la economía china. Porque este bicho hijop**a, como cualquier otra fuerza de la naturaleza, no entiende de fronteras, ni de razas, ni de ideologías políticas. Les hablaría de que en la isla de Hart están abriendo fosas comunes con excavadoras para enterrar a todos los fallecidos que están cayendo en Nueva York. Les hablaría del fulminante brote que apareció en Italia. Les hablaría de que los españoles llevamos más de un mes encerrados en nuestras casas. Les hablaría del colapso de la economía mundial. Les hablaría de la gente que tiene más miedo de dejar de trabajar que de contraer la enfermedad. Les hablaría del niño confinado, que le pide al agente de policía de la calle, que mate de una vez al bicho malo que está suelto.
Y lo que más me escandalizó, fue que uno de los tertulianos, un arquitecto de cuyo nombre no logro acordarme, tosía, y declaró haber tenido fiebre y dificultades para respirar. Si hubiera logrado traspasar la pantalla para llegar junto a ellos, tendría que llevarle una bufanda (porque no tengo mascarillas), y les hablaría del dato que conocemos hoy, de que se estima de que un 92% de los infectados son asintomáticos, y que son ellos los que han expandido la epidemia, hasta que se tomó la medida de contenerla mediante el confinamiento generalizado.
Y otra cosa, las famosas cifras de muertes en china, no son mentira. O al menos, no nos han mentido intencionadamente. Simplemente, como las autoridades sanitarias chinas se estaban enfrentando con un patógeno nuevo, se ha corrompido la entrada de datos. Los primeros fallecidos no fueron contabilizados como víctimas del nuevo virus hijop**a. No se contabilizó mal aposta, porque el gobierno comunista de China quisiera evitar alarmismos, o suavizar el colapso de su economía, o porque intentase evitar el conocimiento de una posible brecha de seguridad en cierto laboratorio que existe a unos cientos de metros del mercado en donde se originó esta pandemia.
Si me preguntan a mí, la culpa del Covid-19 no la tienen los programas secretos para desarrollar armas biológicas. La tiene la dieta carnívora de los chinos, que se comen cualquier cosa que respire, y la llevan con vida al dichoso mercado para sacrificarla allí mismo, sobre el mostrador. Supongo que habrá algún historiador, que me dirá que lo de tener una dieta carnívora tan variada es una consecuencia de las hambrunas producidas por la revolución cultural china... Pero lo cierto es que es la tercera vez que pasa algo así. La gripe aviar también surgió de un mercado como este. El SARS, tres cuatros de lo mismo. Y ahora, el Covid-19, de nuevo lo mismo. Estos datos, aparte de reforzar mi dieta ovo-lácteo-vegetariana, me indican que la OMS tiene que poner medidas al respecto. ¡Hay que cerrar estos mercados! ¿O a qué estamos esperando? ¿A que el próximo patógeno que salga de ahí presente una mortalidad del 90%? Que además, esos animales son de la selva, que a su vez está siendo deforestada. Estos patógenos aparecen como respuesta defensiva de la naturaleza ante las actividades humanas.
En fin, habrá a que esperar al final del confinamiento para que Cuarto Milenio haga un segundo debate, en donde más de un tertuliano va a tener que rectificar sus declaraciones previas. Y espero que la relajación del confinamiento de la presente semana no provoque un repunte, lo que también retrasaría la grabación de este debate.
Quería terminar esta reentrada con un comentario autocrítico. ¿Han observado que al Covid-19 lo llamo virus hijop**a? Lo hago porque no quiero hacer lo mismo que Trump, que lo llama el virus chino. Aunque es mejor no dar ideas, porque podrían terminar por llamarlo, virus hijop**a chino.

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