La colonia infernal.
La colonia infernal es la cuarta novela que he publicado en formato de papel. Cuenta las terribles peripecias que viven los tripulantes de la Wegener cuando aterrizan en una apartada colonia espacial dedicada a la minería del helio 3.
Se trata de una novela de terror, que al principio se parece a Alien, por la mitad a Dead Space, y al final, a Doom. Cuando escribí esta novela, experimenté una regresión a mis orígenes como escritor, cuando publicaba relatos cortos en la revista de mi instituto. Se me da bien meter miedo en el lector, porque de pequeño me horrorizaban las películas de terror. Así que sé cómo manejar los códigos de este género, lo que me permite producir ese subidón de adrenalina que tanto ansían los lectores de este tipo de historias.
Para empezar, tenemos una nave espacial, cuyos tripulantes empiezan por experimentar un mal despertar, por haber recuperado la consciencia después de un prolongado viaje espacial de varios años en animación suspendida. Después, mientras se aproximaban a la colonia, descubren que sus comunicaciones radiofónicas brillan por su ausencia. Luego tienen que realizar un arriesgado aterrizaje, porque esta colonia está en el planeta más cercano al sol de su sistema estelar, y deben tomar tierra antes de que la línea del amanecer les alcance. Y una vez en el hangar, ven que el lugar está abandonado, oscuro y polvoriento. Hacen sus primeras pesquisas, y uno de ellos no tarda en ser atacado por un agresor de ojos rojos.
Pero la pesadilla de verdad comienza cuando algunos tripulantes de la Wegener se internan en el geofront de la colonia. Gritos inhumanos en la oscuridad, guarderías abandonadas, gore, terror, sangre... La colonia está tomada por unos terribles seres, que se dedican a matar humanos y robots. Y mientras la trama se desarrolla, el lector se enfrenta con sus peores miedos. Terror a lo desconocido, a ser asesinado, a ser apresado, a quedarse atrapado para siempre en este infierno colonial... Incluso hay terror religioso, a la ira de Dios. Y terror al insondable abismo del fin del universo.
Pero no todo es miedo en esta novela. Gracias a los tejemanejes ilegales de un de los tripulantes, los supervivientes de la Wegener consiguen igualar la partida contra los actuales moradores de esta colonia infernal, lo que les permite enfrentarse con ellos en un violento tiroteo...
¿Podrá resistir la tripulación de la Wegener el ataque de tan terribles hordas enemigas hasta el atardecer?
Termino esta entrada con el vídeo de los créditos finales de Doom, que bien podría ser un calco de un posible futuro booktrailer de La colonia Infernal, escrita por un humilde servidor, y publicada por Ediciones Atlantis.
Se trata de una novela de terror, que al principio se parece a Alien, por la mitad a Dead Space, y al final, a Doom. Cuando escribí esta novela, experimenté una regresión a mis orígenes como escritor, cuando publicaba relatos cortos en la revista de mi instituto. Se me da bien meter miedo en el lector, porque de pequeño me horrorizaban las películas de terror. Así que sé cómo manejar los códigos de este género, lo que me permite producir ese subidón de adrenalina que tanto ansían los lectores de este tipo de historias.
Para empezar, tenemos una nave espacial, cuyos tripulantes empiezan por experimentar un mal despertar, por haber recuperado la consciencia después de un prolongado viaje espacial de varios años en animación suspendida. Después, mientras se aproximaban a la colonia, descubren que sus comunicaciones radiofónicas brillan por su ausencia. Luego tienen que realizar un arriesgado aterrizaje, porque esta colonia está en el planeta más cercano al sol de su sistema estelar, y deben tomar tierra antes de que la línea del amanecer les alcance. Y una vez en el hangar, ven que el lugar está abandonado, oscuro y polvoriento. Hacen sus primeras pesquisas, y uno de ellos no tarda en ser atacado por un agresor de ojos rojos.
Pero la pesadilla de verdad comienza cuando algunos tripulantes de la Wegener se internan en el geofront de la colonia. Gritos inhumanos en la oscuridad, guarderías abandonadas, gore, terror, sangre... La colonia está tomada por unos terribles seres, que se dedican a matar humanos y robots. Y mientras la trama se desarrolla, el lector se enfrenta con sus peores miedos. Terror a lo desconocido, a ser asesinado, a ser apresado, a quedarse atrapado para siempre en este infierno colonial... Incluso hay terror religioso, a la ira de Dios. Y terror al insondable abismo del fin del universo.
Pero no todo es miedo en esta novela. Gracias a los tejemanejes ilegales de un de los tripulantes, los supervivientes de la Wegener consiguen igualar la partida contra los actuales moradores de esta colonia infernal, lo que les permite enfrentarse con ellos en un violento tiroteo...
¿Podrá resistir la tripulación de la Wegener el ataque de tan terribles hordas enemigas hasta el atardecer?
Termino esta entrada con el vídeo de los créditos finales de Doom, que bien podría ser un calco de un posible futuro booktrailer de La colonia Infernal, escrita por un humilde servidor, y publicada por Ediciones Atlantis.
Y podéis conseguir ejemplares de La colonia informal en los siguientes enlaces:
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