¿Cómo dibujo?
Ya que se da la circunstancia de que tengo que ser yo el que tiene que promocionar mis libros, aprovecho para ejercitar mi habilidad para el dibujo. Normalmente, las ilustraciones que hago son de un individuo con un paisaje en el fondo, que es relativamente muy fácil de hacer.
Pero para promocionar "El Heraldo del Caos", quise ir más allá. Así que he decidido situar a los personajes principales de mi novela en una misma ilustración.
Para empezar, como hago siempre, realizo un dibujo a lápiz, cuya única finalidad es la de perfilar la composición de la escena. Lo que tenía claro es que quería poner a Walda Katt en el centro, lanzándose para pelear contra un artrópodo de Hadol que a su vez la está atacando. Después, fui colocando a los demás personajes alrededor de ellos. Zorta y Gork están juntos, evidenciando que son pareja. El sargento Wak, eufórico por la batalla, dispara su arma de plasma, que alcanza a un soldado enemigo, que al mismo tiempo, descarga su lanzallamas, accidentalmente, contra uno de sus aliados. Abela usa sus poderes telequinéticos para detener las balas de uno de los enemigos. La teniente Starwak da órdenes a su comando. Inés intenta desarmar a Kayla, mientras que esta última la apunta a la cara. Telecus, el protagonista, al ser alguien al que esta guerra no le va, se encuentra en su robot tripulado estropeado, apuntando al piloto del mecha del otro bando. Y entre las tropas de los antagonista, el infame Branistor dirige sus ejércitos. Y detrás de Telecus, la figura de Kimera, a la espera de ser un personaje mucho más importante a medida que la guerra se va desarrollando. Al fondo del todo, por ser una guerra interplanetaria, las naves de los dos bandos, que se van enfrentar en una batalla espacial. Y finalmente, a lo lejos, una amenaza olvidada, que se acerca para aniquilar a todos los personajes de esta guerra.
Sin embargo, después de ver el diseño de lápiz, decidí hacer una segunda composición. Añadí a un soldado enemigo más, el que es abrasado por el lanzallamas, para que su compañero pueda disparar su ametralladora contra Abela. Trasladé a Walda y a su monstruoso enemigo para más atrás, y así, pude incluir en la composición, a un asesino de Hadol, capaz de hacerse invisible. Y perfilé mejor a los soldados acorazados del ejército enemigo, dando a entender que estas unidades son las más numerosas de esta facción. Una vez diseñada la nueva composición, lo volvía dibujar con tinta sobre las líneas de lápiz, añadiendo de paso más detalles. Después usé una goma para eliminar cualquier rastro del lápiz. Entonces usé un pincel para colorear y sombrear las partes que van en negro. Y luego, con esta ilustración, hice una copia para trabajar con ella en la fase del coloreado.
A la hora de trabajar con las acuarelas, tengo un par de opciones. Una de ellas es pintar toda la escena con distintas tonalidades de un mismo color. Es una forma de trabajar que da resultados muy estéticos, y además, es más fácil de realizar de lo que parece, pintando capas de tonalidades oscuras sobre capas más claras. Pero quería dar un tratamiento a la escena más realista, porque me parecía muy poco creíble que todo fuera rojo por la luz del lanzallamas del soldado acorazado, o que todo fuera azul por los disparos de plasma del sargento Wak. Así que decidí que casi todo tuviera su color, si exceptuamos al resplandor fuego y de los disparos del tiroteo cruzado. Y además, así podía pintar la nebulosa del fondo como se merece, más las manchas de camuflaje del soldado que dispara, el pelaje de Walda Katt y las zonas grises (iluminadas) de los trajes negros de los amigos de Telecus. Primero, pinto los colores propios de cada elemento. Después, aplico una segunda capa de acuarela, en donde marco las partes sombreadas con una tonalidad más oscura de cada objeto coloreado. Y una vez pintado con acuarelas, paso a perfilar los detalles con la témpera blanca, para resaltar los brillos de los uniformes negros de unos, de las pieles, del metal y del pelo, más las estrellas que titilan a través del material de la nebulosa del fondo. El toque final de la témpera blanca es lo que da tridimensionalidad a los elementos de mis ilustraciones.
Finalmente, las ilustración se escanea para ser compartido. Y es en este punto, en donde existe la posibilidad de incluir filtros, con la intención de añadir un toque estético o cinematográfico del conjunto final.
Y así es cómo trabajo con mis dibujos.
Pero para promocionar "El Heraldo del Caos", quise ir más allá. Así que he decidido situar a los personajes principales de mi novela en una misma ilustración.
Para empezar, como hago siempre, realizo un dibujo a lápiz, cuya única finalidad es la de perfilar la composición de la escena. Lo que tenía claro es que quería poner a Walda Katt en el centro, lanzándose para pelear contra un artrópodo de Hadol que a su vez la está atacando. Después, fui colocando a los demás personajes alrededor de ellos. Zorta y Gork están juntos, evidenciando que son pareja. El sargento Wak, eufórico por la batalla, dispara su arma de plasma, que alcanza a un soldado enemigo, que al mismo tiempo, descarga su lanzallamas, accidentalmente, contra uno de sus aliados. Abela usa sus poderes telequinéticos para detener las balas de uno de los enemigos. La teniente Starwak da órdenes a su comando. Inés intenta desarmar a Kayla, mientras que esta última la apunta a la cara. Telecus, el protagonista, al ser alguien al que esta guerra no le va, se encuentra en su robot tripulado estropeado, apuntando al piloto del mecha del otro bando. Y entre las tropas de los antagonista, el infame Branistor dirige sus ejércitos. Y detrás de Telecus, la figura de Kimera, a la espera de ser un personaje mucho más importante a medida que la guerra se va desarrollando. Al fondo del todo, por ser una guerra interplanetaria, las naves de los dos bandos, que se van enfrentar en una batalla espacial. Y finalmente, a lo lejos, una amenaza olvidada, que se acerca para aniquilar a todos los personajes de esta guerra.
Sin embargo, después de ver el diseño de lápiz, decidí hacer una segunda composición. Añadí a un soldado enemigo más, el que es abrasado por el lanzallamas, para que su compañero pueda disparar su ametralladora contra Abela. Trasladé a Walda y a su monstruoso enemigo para más atrás, y así, pude incluir en la composición, a un asesino de Hadol, capaz de hacerse invisible. Y perfilé mejor a los soldados acorazados del ejército enemigo, dando a entender que estas unidades son las más numerosas de esta facción. Una vez diseñada la nueva composición, lo volvía dibujar con tinta sobre las líneas de lápiz, añadiendo de paso más detalles. Después usé una goma para eliminar cualquier rastro del lápiz. Entonces usé un pincel para colorear y sombrear las partes que van en negro. Y luego, con esta ilustración, hice una copia para trabajar con ella en la fase del coloreado.
A la hora de trabajar con las acuarelas, tengo un par de opciones. Una de ellas es pintar toda la escena con distintas tonalidades de un mismo color. Es una forma de trabajar que da resultados muy estéticos, y además, es más fácil de realizar de lo que parece, pintando capas de tonalidades oscuras sobre capas más claras. Pero quería dar un tratamiento a la escena más realista, porque me parecía muy poco creíble que todo fuera rojo por la luz del lanzallamas del soldado acorazado, o que todo fuera azul por los disparos de plasma del sargento Wak. Así que decidí que casi todo tuviera su color, si exceptuamos al resplandor fuego y de los disparos del tiroteo cruzado. Y además, así podía pintar la nebulosa del fondo como se merece, más las manchas de camuflaje del soldado que dispara, el pelaje de Walda Katt y las zonas grises (iluminadas) de los trajes negros de los amigos de Telecus. Primero, pinto los colores propios de cada elemento. Después, aplico una segunda capa de acuarela, en donde marco las partes sombreadas con una tonalidad más oscura de cada objeto coloreado. Y una vez pintado con acuarelas, paso a perfilar los detalles con la témpera blanca, para resaltar los brillos de los uniformes negros de unos, de las pieles, del metal y del pelo, más las estrellas que titilan a través del material de la nebulosa del fondo. El toque final de la témpera blanca es lo que da tridimensionalidad a los elementos de mis ilustraciones.
Finalmente, las ilustración se escanea para ser compartido. Y es en este punto, en donde existe la posibilidad de incluir filtros, con la intención de añadir un toque estético o cinematográfico del conjunto final.
Y así es cómo trabajo con mis dibujos.
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