Reseña "Cofradía de Asesinos".

¡Alerta! Uno de lo asesinos más despiadados de la galaxia acaba de llegar a la Tierra. Así empieza Cofradía de Asesinos, novela escrita por Ángel Torres Quesada y publicada por Alberto Santos. Pero antes de ahondar en su miga, será mejor que nos detengamos en los verdaderos orígenes de esta historia.

Para ello, hemos de retroceder en el tiempo a los años sesenta del siglo pasado. Como ya he contado en mi entrada más popular, la editorial Bruguera quería crear una línea de edición destinada a un público adulto y masculino. Para ello, contrató a una tropa de autores españoles y sus obras salieron a la venta con pseudónimos españoles, ya sea para burlar a la censura franquista, o porque los lectores españoles creían que los autores de ciencia ficción tenían que tener nombres ingleses.

Es el caso del gaditano Ángel Torres Quesada, que pasó a llamarse Alex Tower o A. Thorkent. Durante décadas estuvo escribiendo relatos de ciencia ficción, los famosos bolsillolibros, con los típicos protagonistas masculinos que se ligan a la chica mientras salvan el día con efectivos métodos violentos.

En este tipo de publicaciones, las editoriales exigían que las historias fueran autoconclusivas, nada de sagas literarias. Pero ello no impidió que Torres escribiera su propia saga, basada en la relación depredador-presa existente entre un peligroso sicario galáctico y un inspector que trabaja para la Inteligencia terrestre. Se trata de Cofradía de Asesinos, Enemigo de la Cofradía y El hacedor de mundos. Son tres relatos publicados en los años ochenta, que funcionan como historias independientes, pero que presentan los mismos protagonistas masculinos y están ambientadas en el mismo universo futurista. Pues bien, en el 2024, Alberto Santos tuvo la feliz idea de recopilar estas tres historias en un mismo volumen, el libro del que se habla en la presente entrada.

Así que, como diría Jack, el Destripador, vayamos por partes.

En Cofradía de Asesinos, se nos describen los cursos de acción del inspector mayor Joron Yukai y los de un sicario llamado Alone Starsilver. Capítulo tras capítulo, se puede ver cómo ambos personaje desarrollan sus respectivas tramas. Cada uno de ellos va por su lado, el inspector intenta atrapar al asesino, y el asesino se desenvuelve para acercarse a su presa. Obviamente, ambos personajes terminan careándose en un tenso enfrentamiento final de sorprendente resolución.

Como es habitual en este tipo de publicación pulp, las descripciones no suelen ser muy profusas. Estamos, pues, ante la típica obra de ciencia ficción blanda, en donde el autor está más interesado en contar las peripecias vividas por los personajes, que en detenerse a presumir de conocimientos científicos. No obstante, hay algunos detalles que llaman la atención en esta obra. A pesar de que esta primera historia ha sido publicada en 1982, Yukai porta sobre su hombro una IA que le ayuda en su trabajo, que parece una versión portátil de la actual Alexa. Torres consiguió anticiparse a este invento de hoy en día. Cuando se habla de la cofradía, no pude evitar acordarme de la garduña, una organización criminal secreta de la España medieval, que sirvió de molde para la fundación de otras mafias que surgieron con posterioridad. Y aunque ambos personajes son claramente heterosexuales, viven en una sociedad en donde el movimiento LGTBi esta más que normalizado. Lo que me lleva a la siguiente observación. Normalmente, en estas historias, el protagonista termina emparejado o casado con la chica de turno. Pero no es así en este relato... Y no voy a hablar más sobre ello, para evitar destripes innecesarios.

En Enemigo de la cofradía, publicada un año después en otra editorial, Torres retoma al personaje de Yukai y lo embarca en un viaje clandestino a otro planeta con la finalidad de capturar a Starsilver. En esta investigación, se ve atrapado en una conspiración relacionada con la supremacía humana sobre los demás humanoides, que son seres humanos que han mutado o cruzado con la fauna autóctona durante la colonización de otros planetas. Es una historia contada de tal manera, que se puede entender por sí sola, aunque se comprende mejor si el lector ha leído la primera parte.

Un par de años después, y en otra editorial, Torres publica El hacedor de mundos, que comienza justo cuando Starsilver está a punto de ejecutar a su víctima de turno, siguiendo las órdenes de la cofradía. Es la historia que más me ha gustado porque, para empezar, esta víctima es un dictador que llevaba treinta años gobernando su planeta con mano de hierro. Es un personaje que recuerda mucho a cierto personaje histórico español del siglo XX, que no voy a decir aquí quién es, pero que todo el mundo reconocerá al leer estas líneas, o la historia que estamos tratando en la presente entrada. Este es un motivo más por el que originalmente se publicaron estos libros bajo pseudónimo anglosajón, porque a veces, como es en el presente caso, el antagonista es un tirano dictador al que el héroe se da el gustazo de propinarle una paliza para destronarlo.

Sucede algo parecido en esta historia. No obstante, justo cuando Starsilver estuvo a punto de ejecutar a este dictador, unas imprevistas circunstancias políticas le obligan a modificar las condiciones de este contrato. Sin comerlo ni beberlo, Starsilver pasa de asesino a secuestrador, embarcando junto con su víctima en una nave espacial rebelde, cuyos tripulantes recuerdan a los maquis de la guerra civil española, o a los cosacos de la Segunda Guerra Mundial. Pero, como no, Yukai andaba cerca e inicia una persecución por el espacio detrás de la nave rebelde, no con la intención de rescatar al dichoso dictador, sino para atrapar a Starsilver.

Sin embargo, esta persecución termina en un planeta antaño arrasado con armamento nuclear por el mismísimo dictador años atrás, en los inicios de su violenta carrera militar. Un planeta que, contra toda lógica, ya se había recuperado de toda esa destrucción radiactiva. Por lo tanto, toda la trama inicial pasa a un segundo plano, y se inicia la investigación de este planeta, en donde Yukai se ve obligado a firmar una tregua temporal con Starsilver, y este último demuestra que tiene mejores dotes para la exploración planetaria que para el asesinato profesional. Se trata de una pequeña aventura que acaba por enfrentarles al misterio del hacedor de mundos del título.

En definitiva, estamos ante una obra de fácil lectura, pero que engancha. Yo tuve que leer cada una de las partes de un tirón, porque me intrigaba el resultado final de sendas tramas. Así que ya lo saben, si les gustan las obras de ciencia ficción, o quieren acercarse a la obra de este autor, o iniciarse en la sci-fi española, lean Cofradía de Asesinos, escrita por Ángel Torres Quesada y reunida y publicada por Alberto Santos.