Reseña "Ante dos mundos".
Una bofetada bien dada a tiempo nunca es la solución. Es la moraleja que se puede sacar tras la lectura de Ante dos mundos, novela escrita por Isabel M. Portela y publicada por Extravertida editorial.
Ante dos mundos nos cuenta la historia de Carme y Margarita, madre e hija, mujeres de dos diferentes generaciones. Narra un relato que abarca desde 1951 hasta el 1988, describiendo el ambiente de Brasil durante su dictadura militar y la España gallega de después de la muerte de Franco.
A raíz de un infructuoso encuentro con lobos, cuando la pequeña Carme ejercía de pastorcita para un cacique gallego, Portela construye una narración que se desarrolla a lo largo de las décadas, saltando atrás o adelante en el tiempo, según convenga al relato durante su desarrollo, para mejor comprensión del lector. Así, el lector es testigo de las vivencias de Carme como migrante en Brasil, y las crudas circunstancias en las que nació Margarita, su primera hija, durante una (innecesaria) escapadita a Galicia en pleno invierno; evento que tuvo lugar en una apartada aldea lucense, con violencia obstétrica y maniobra de Kristeller incluidas, lo que a su vez originó una relación tóxica entre madre e hija, que se va agravando a lo largo de los años. La autora no escatima en detalles cuando describe los episodios en donde Carme castiga-maltrata a Margarita, tomando como pretexto la más mínima falta cometida por la hija. Aquí me gustaría destacar cierto episodio en donde la pequeña Margarita pone en alerta a gran parte del vecindario de su edificio, por haberse quedado sola en su piso y en la dudosa compañía de unas horribles criaturas imaginarias que habitan en el cuarto de la empleada; es un episodio que me ha recordado a La guerra de papá de Antonio Mercero, que a su vez estaba basada en el libro El príncipe destronado de Miguel Delibes.
Así, pues, el lector también será testigo del crecimiento y desarrollo de Margarita a lo largo de sus edades, de niña a mujer, pasando por su confusa etapa de adolescencia. Asimismo, verá cómo ha sido su educación en Brasil, donde pasará los primeros años de su vida, encontrándose con la paradoja de que vivía en mejores condiciones en Brasil, a pesar de que por entonces imperaba una dictadura.
Es un estilo de vida que contrasta con sus años vividos en Galicia. Porque, debido a unos chanchullos económicos-laborales en que estaba envuelto su padre, toda su familia a retornado a Galicia en contra de la voluntad de Carme y Margarita, pasando a vivir en peores condiciones, a pesar de que Franco ya había muerto en España, iniciándose así el actual periodo democrático. Esta parte del relato se me antoja autobiográfica, debido a que la propia autora se pasó su infancia en Brasil y el resto de su vida en Compostela.
Llegados a este punto, quería destacar la minuciosidad con que la autora describe las condiciones de vida que Margarita se encuentra en su nueva etapa gallega. Apartándose del idealismo de la literatura costumbrista gallega, que tiende a describir el ambiente rural como algo positivo o nostálgico, Portela nos dibuja la crudeza del clima gallego, siempre frío y lluvioso, en contraposición al tiempo cálido brasileño. Incluso habla del rancio olor a estiércol de las aldeas gallegas, o de la humedad que gotea de las paredes de los locales de Compostela. Por no hablar de las condiciones laborales, en donde toda la familia se ha entrampado en el negocio de un bar en la zona turística de Compostela, empeñada en ahorrar y sin ningún tipo de descanso vacacional. Eso sí, la localización del bar da lugar a cameos sorpresivos, como el de Xosé Manuel Beiras, político del BNG...
A pesar de que muchos de los diálogos de este libro deberían haber sido escritos en portugués o en gallego, la novela está narrada en español, contando un relato en tercera persona y en pasado. A excepción del epílogo, que está escrito en presente, con la intención de añadir mayor angustia a este colofón final, en donde se muestra al lector, con una angustiosa escena cargada de crudeza escatológica, adónde lleva lo de educar a los hijos con bofetadas dadas a tiempo.
Como es habitual en mis reseñas ilustradas-musicales, concluyo la presente con una de las canciones que aparecen en esta novela. En esta ocasión, me costó elegir uno de los temas del repertorio de este libro. Entre boleros sudamericanos, cantigas y canciones de Juan Partdo, estuve tentado de poner Children of the revolution, de T Rex, o El ritmo del garaje de Loquillo y los Trogloditas. Por no hablar de Shout de Tears for Fears, que suena de fondo en uno de los episodios concluyentes del maltrato matriarcal sufrido por Margarita. Pero al final he decidido incluir el tema de Chiquetete, con la intención aunar las dos generaciones enfrentadas en este libro, además de que Margarita y Carme deberían hacer caso de la letra de esta canción. Por lo tanto, la encuentro más apropiada para ambientar esta novela; Ante dos mundos, escrita por Isabel M. Portela y publicada por Extravertida editorial.
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