Reseña "Único sobreviviente: Perdido en el tiempo"
La generación del coronavirus ya tiene sus propias obras. La prueba está en este libro que me ha aparecido bajo el árbol de Navidad en la mañana del 25 de diciembre del 2022. Se trata de Único sobreviviente: Perdido en el tiempo, una novela de ciencia ficción editada por Contraluz, perteneciente al Grupo Anaya.
Lo primero que llama la atención de este libro es su autor, porque en lugar de firmar con su nombre y apellidos, lo hace con su username de las redes sociales. He de confesar que, hasta el momento de abrir este regalo de cumpleaños, no he oído hablar de @unicosobreviviente, aunque estos últimos días he estado haciendo memoria, y creo que, una vez, Cuarto Milenio se hizo eco de un rumor que corría en las redes sociales, sobre un viajero del tiempo que estaba subiendo a la red vídeos de un 2027 apocalíptico. Fue una información que relegué en el fondo de mi memoria, pero que volvió a la superficie después de haber terminado de leer el libro.
Y lo segundo que llama la atención es la diversidad de fuentes de texto que el autor utiliza para escribir este libro. Se puede decir que ha aprovechado al máximo todas las posibilidades de su procesador de texto. Gracias a esto, en esta narración se reproducen desde cartas escritas a mano hasta diálogos de mensajes de texto. Y lo más novedoso; también ha insertado códigos QR, en donde se pueden visualizar, con la ayuda de un teléfono móvil inteligente, los vídeos anteriormente descritos. Pero que los extranjeros digitales no se asusten. Yo soy usuario de un móvil de los tontos (solamente para realizar llamadas y mensajear) y pude enterarme de qué va la historia a medida que la leía. No es necesario escanear estos códigos, aunque estoy seguro de que hará las delicias de las nuevas generaciones de lectores, que pueden alternar la lectura del libro con la visualización de los mencionados vídeos.
De hecho, a día de hoy, para centrarme en el análisis de este libro, y no de todo lo que hay alrededor de la presencia de @unicosobreviviente en las redes sociales, me he abstenido de pedir prestado un móvil inteligente. La única búsqueda que hice en Internet fue para dibujar la ilustración que acompaña estas líneas, en donde el protagonista hace un gran descubrimiento en el Centro de Arte Bombas Gens, en Valencia. Pero estoy adelantando acontecimientos. Empecemos por el principio de la obra.
William Shakespeare dijo que el prólogo es el pasado. Es algo no se puede aplicar al prólogo de este libro, en donde se cuentan tres relatos muy cortos y que, aparente, no guardan relación alguna entre ellos, si exceptuamos que suceden en Valencia, pero en diferentes lugares y años; 2026, 2021 y 2027. Son historias cortísimas, que cobran sentido a medida que se progresa en la lectura de la novela.
El primer capítulo empieza con @unicosobreviviente relatando, en primera persona y en presente, su despertar, con amnesia, en el hospital general de Valencia. En un primer momento, da la impresión de que ha despertado en The Walking Dead, en 28 días después o en Resident Evil, en un inquietante mundo en donde él es el único animal que existe. Cuando nos describe que no hay otras personas y animales en Valencia, no pude evitar acordarme de cientos de historias sobre el fin del mundo, en donde la humanidad fue barrida de la Tierra por una pandemia letal o por una guerra nuclear con bombas de hidrógeno. Pero el relato se vuelve de verdad extraño cuando @unicosobreviviente descubre que todavía hay corriente eléctrica y que funcionan las zonas wifi. Digo que me parece extraño, porque son infraestructuras que requieren de un mantenimiento humano frecuente para que sigan funcionando. Además, un ataque nuclear habría quemado los circuitos eléctricos con pulsos electromagnéticos. Entonces @unicosobreviviente utiliza su móvil, que le indica que está en el 2027, para intentar buscar ayuda. Y lo consigue, contacta con otros miles de usuarios de redes sociales, pero ellos no se encuentran solos, en un mundo carente de personas y animales; ellos afirman estar viviendo en el 2021. Y como ellos no le creen, @unicosobreviviente empieza a subir vídeos para demostrar que dice la verdad, pero parecen imágenes captadas durante el Confinamiento del 2020.
A partir de este punto de inicio tan inquietante, prosigue la historia de @unicosobreviviente. A lo largo de 31 capítulos, el autor nos va desgranando los distintos descubrimientos que realiza en su periplo, atrapado en un mundo vacío, pero con abundantes recursos para él solo, que le permiten vivir día a día. Además de los capítulos narrados por @unicosobreviviente, en presente y primera persona, hay otros episodios contados en pasado y tercera persona, en donde se relatan las vivencias de personajes del 2021 o del 2027 que interactúan con @unicosobreviviente y tratan de ayudarle a salir de su dimensión solitaria.
Estamos pues, ante un relato de ciencia ficción blanda, en el que el autor nos describe sus vivencias y reacciones ante esta soledad impuesta, una soledad que, por otra parte, todos hemos sufrido durante el Confinamiento del 2020. De hecho, a medida que @unicosobreviviente va descubriendo quién es, dónde está atrapado y cómo llegó hasta allí, no se describe con detalle las características técnicas del experimento que le llevó a esta situación. Lo cual me parece un acierto, porque el lector ya habrá hecho un gran esfuerzo mental para comprender y clasificar las distintas líneas narrativas de este libro, y encontrará aburrido que de pronto se le hable de ecuaciones diferenciales o de rendimientos energéticos. Además, no dar detalles sobre este experimento hace que @unicosobreviviente sea un autor más creíble y coherente con su intención de proteger a la humanidad de las posibles consecuencias funestas de publicar minuciosamente su particular experimento de física cuántica.
En cuanto a mí, tengo pendiente hablar con Santa Claus para preguntarle por qué me regaló este libro, si él cree que @unicosobreviviente, el de las redes sociales, es un personaje real, víctima de un fallido experimento. Pero si me lo preguntan a mí, me parece que su actividad en las redes sociales no es más que una campaña de marketing para vender este libro. Y no lo digo solamente por aplicar la Navaja de Ockham, que dictamina que, entre dos hipótesis y en igualdad de condiciones, la más sencilla suele ser la verdadera. Ni tampoco porque yo sea un escritor que tiene dificultades para dar a conocer sus obras, ya que ni siquiera salgo en televisión.
Es porque esta novela se parece sospechosamente a los libros de Los supervivientes del Arca, publicados por Ediciones Atlantis y escritos por Gorka Pera Seijo. Menciono esta referencia porque, en ambas obras, el relato se desarrolla en un mundo vacío de gente, hay un experimento de física cuántica que convierte a los sujetos en poco menos que fantasmas y surgen rencillas envidiosas entre los personajes principales con dramáticas consecuencias. Además, Gorka es uno de los pocos autores que conozco que escribe con corrección, sin apenas dejar erratas y sin tener pereza de usar los signos de puntuación. Sabiendo esto, estoy ante tres posibilidades:
- Que Gorka Pera Seijo y @unicosobreviviente sean la misma persona. Harto improbable, porque conozco pocos escritores y sería mucha casualidad que se diera esta sincronía.
- Que @unicosobreviviente haya leído Los supervivientes del Arca y se inspiró en estos libros para escribir su propia historia. Que puede ser, porque mi reseña sobre la obra de Gorka es de las más leídas de mi blog y seguro que Gorka ha vendido más ejemplares que yo.
- Que @unicosobreviviente haya bebido de las mismas fuentes culturales que Gorka Pera Seijo. Me refiero a cierto relato de Isaac Asimov que leí en el instituto, que contaba la historia de dos científicos que intentaron viajar en el tiempo y terminaron en blanco, atrapados y paralizados para siempre en un limbo dimensional. Seguramente, la más probable de las tres.
Comentarios
Publicar un comentario