Reseña "Contubernio Picacho".

¡Sin casa! Así acabó una familia menonita tras haber sido atacada por un tornado en México. Y así empieza Contubernio Picacho, novela escrita por Xaime Fandiño y publicada por Editorial Elvira.

Contubernio Picacho narra los sucesos acontecidos después de El último concierto, también del mismo autor. Pero no es una continuación ni una segunda parte propiamente dicha. Fandiño, aprovechando el éxito popular que tuvo su anterior novela, se aprovecha de este tirón para promocionar su particular contubernio vigués, una historia que se podía haber contado sin necesidad de tirar del universo creado en el libro del concierto. Además, se trata de un universo que ya está construido, y Fandiño tira de esta galería de personajes conocidos para contar una historia nueva, principalmente ambientada en el 2019, aunque se narra muchos relatos de los años 60 de la zona de la ría de Vigo.

Pero que el lector no se lleve a engaño. La novela del contubernio se puede leer perfectamente sin haber leído antes la del concierto. El autor se ha ocupado de ello, poniendo al nuevo lector en antecedentes durante los primeros capítulos, cuando la panda de los Incombustibles se ve envuelta en una serie de homenajes y fiestas después de su viaje al Resurrection Fest. No obstante, a pesar de lo necesario que es poner al lector en antecedentes (me vino bien, que no tenía la anterior novela fresca y no me acordaba de algunos de sus personajes y vivencias), el lector tendrá que armarse de paciencia, pues la trama principal de la novela tarda bastante en arrancar. Es el momento en el que Oti, una de los Incombustibles, visita una feria semanal en Cangas, encontrándose con los menonitas del primer capítulo, y les compra una bolsa de los años sesenta, en donde encuentra una vieja fotografía carnet de una joven, una llave y un par de recortes de periódico del 67.



De una manera aparentemente casual, el fortuito hallazgo de estos objetos, conservados una cápsula del tiempo tan inusual, inicia una investigación por parte de Mario, periodista retirado y uno de los personajes secundarios del libro del concierto, que en la presente obra adopta un papel más principal. Y lo hace en compañía de Olga, una discreta residente de A Balea que resultó tener una vida íntima muy activa, incluyendo su visita al legendario concierto de Woodstock. Es una investigación que le lleva a hacer varios descubrimientos, empezando por la conexión de la mencionada familia menonita con Cangas do Morrazo, y terminando por destapar la existencia de un grupo de resistencia antifranquista que se movía en Vigo en los años sesenta, entre los barrios de Picacho, Peniche y la Acera Volada.

Pero, aparte de esta trama principal, se desarrollan otras secundarias. Las historias de los distintos personajes se van desarrollando, tanto afectiva como profesionalmente. Es el caso de Mateo, director de la residencia de A Balea, que de pronto se ve como yerno de uno de los Incombustibles al casarse con la hija de uno de ellos, además de que desarrolla un proyecto intergeneracional en la península de Morrazo. Paralelamente, también se instaura una aplicación para buscar pareja que tiene consecuencias inesperadas entre la gente mayor, causando una alerta sanitaria debido a la proliferación de enfermedades venéreas en este colectivo. Es una trama que me ha recordado a cierta noticia que hablaba sobre la incidencia de este tipo de enfermedades que se ha detectado entre los usuarios de los viajes del IMSERSO, por ese tema de que las hembras humanas de esa edad ya no pueden concebir, y de que este sector de la población carece de cultura de prevención de venéreas.

Asimismo, se van desarrollando otras tramas secundarias, que conforman un retrato intergeneracional de la región de la ría de Vigo y de parte del extranjero, que convocará los recuerdos nostálgicos de los vigueses y llamará la atención a los extranjeros como yo, llamados jodechinchos. Es otra de las cosas que he aprendido de la lectura de esta novela, la existencia de un idioma morrasense en la península de Morrazo, que se puede confundir con el gallego, pero que tiene sus propias palabras. De hecho, existe un diccionario morrasense disponible en Internet, por si ustedes quieren consultarlo.


https://disionariomorrasense.blogspot.com/


Para muestra, lo de jodechinchos, que es el nombre que ponen los oriundos del Morrazo a los turistas. Porque un chincho es un pescado, cuyo precio sube de valor por culpa de la temporada turística; y de aquí, el nombre de jodechinchos.

No quería terminar esta entrada sin mencionar que la resolución de la trama principal me pareció típicamente gallega, cuando una de las menonitas descubre quién es su abuelo biológico... Pero será mejor que ustedes lo lean para entenderlo (y emocionarse con ello). Tampoco quería dejar en el tintero que los últimos párrafos de esta novela se arrastran en el tiempo, del 2019 hasta la primavera del 2020... Y todos sabemos qué pasó en ese año ¿no? Pero esa es otra historia, y Fandiño tendrá que contarla en una tercera entrega.

Al igual que en la novela del concierto, la del contubernio también presenta sus referencias musicales, aunque no son tan profusas. Aquí es cuando tengo que mencionar al grupo gallego Astarot, que encabeza una lista de artistas locales que intervienen en los mencionados homenajes de los primeros capítulos. Pero también menciono temas de músicos, que algunos ya aparecían en el primer libro, y otros no. Así pues, la presente novela está ambientada con canciones de The Mamas & the Papas, Nancy Sinatra, François Hardy, Julie Driscoll, Joan Báez, The Spencer Davis Group, Sandro Giacobbe, Daphne Willis, The Shadows, Crosby, Stills, Nash & Young, Aretha Franklyn, Harry Belafonte, Los Ángeles y Vicente Fernández. A la hora de cerrar la presente entrada, estuve tentado de hacerlo con un tema de Joe Cocker, You can leave your hat on, aunque solamente sea para animar al personal con el striptease de Kim Basinger de la película Nueve semanas y media, que vendría bien para ambientar la trama de la aplicación de citas. Pero en su lugar, he puesto otro tema de Cocker, With a little help from my friends, que ambienta la trama principal y cuyo concierto en Woodstock es narrado por el personaje de Olga.



Y no puedo cerrar esta entrada sin incluir el decálogo de la Tribu Hereje, para que se animen a afiliarse a ella:

  1. Respetar la Heterogeneidad.
  2. Erradicar el Edadismo.
  3. Cultivar la Intergeneracionalidad.
  4. Huir del Gueto Cronológico.
  5. Vivir una Longevidad Audaz.
  6. Consolidar un Plan Vital posjubilar.
  7. Construir un Hábitat multi-etario, inclusivo y ecológico.
  8. Educar para Aprender Envejecer.
  9. Promover la Transferencia de Conocimiento entre generaciones.
  10. Permitir la plena Participación Social más allá de la cronología.
Y ya lo saben, Contubernio Picacho, de Xaime Fandiño, publicado por Editorial Elvira.

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