Reseña "Contos de Terramar".

¿Por qué no hay mujeres ejerciendo de hechiceras? Es una de las preguntas que se intenta contestar en Contos de Terramar, la quinta entrega de Historias de Terramar, escrita por Ursula K. Le Guin y publicada en gallego por Boadicea editora.

En esta nuevo libro, en lugar de continuar con la trama de Tehanu, la anterior entrega, se nos muestra una recopilación de relatos cortos de ambientados en Terramar, que ayudan al lector iniciado ha formarse una imagen más sólida sobre esta fantasía medieval, al mismo tiempo que el no iniciado puede empezar a leer estos libros con esta quinta parte, para que se anime a embarcare con las cuatro anteriores entregas. Así que, como diría Jack, el Destripador, vayamos por partes:



El primero de los cuentos se titula O Buscador, un relato que nos lleva a la época oscura de Terramar, que empezó con la muerte de Maharion, su último Rey. Nos sitúa en una era dominada por señores de la guerra, piratas y nobles isleños, que se valen de los poderes de los magos para asentarse en el poder y cumplir sus más mezquinos deseos. Este cuento nos relata la biografía de un joven inicialmente llamado Lontra (Nutria en castellano), el cual, a pesar de poseer el raro don que le confiere poderes mágicos, también sufre la tiranía de un pirata, ascendido a señor local, y su mago, obsesionado con adquirir la inmortalidad a través de la ingesta de mercurio. Menciono esta peculiaridad, para denotar el grado de superstición e ignorancia que imperaba en esta era oscura. Es cierto que en nuestro mundo, el real, hubo gente que intentó adquirir la inmortalidad con la ingesta de mercurio. Pero hoy en día sabemos que el mercurio es un metal líquido venenoso. Y sucede tres cuartas partes de lo mismo en Terramar, lo que indica al lector el nivel de decrepitud intelectual en que se ha llegado por culpa de la muerte de Maharion.

Gracias a la ayuda de una inesperada aliada, Lontra consigue huir y escapar de sus opresores, lo que le lleva a la centralizada y aislada isla de Roke, protegida por magia ancestral. Es entonces cuando se nos cuenta que los oriundos de Roke deciden formar una escuela de magia y hechicería, para ocupar el vacío de poder que había dejado Maharion con su muerte, y contrarrestar así las atrocidades egoístas cometidas por los piratas, señores de la guerra y demás chusma que imperan en las distintas islas.

Así es como Lontra adquiere el papel de Buscador. Camuflado como un humilde mercader, navega entre las islas de Terramar en busca de individuos que presenten poderes mágicos, pero que no saben como desarrollarlos por carecer de la formación académica apropiada, para transportarlos en secreto a la isla de Roke. En esta parte, me hizo especial gracia ciertas prácticas comerciales que ejercía Lontra con los tutores de los niños mágicos. Si los tutores entregaban a los niños para que pudieran estudiar en Roke, como si los mandasen a un internado, Lontra les pagaba con valiosas monedas de marfil. En cambio, si los tutores vendían a los niños a Lontra en calidad de esclavos, les pagaba con oro, que al día siguiente se convertía en un montón de bosta de vaca.

A medida que crece la escuela de Roke y se desarrolla, afrontando sus primeros desafíos, como es la intentona de invasión militar por parte de un viejo conocido de Lontra, también se consolidan ciertas reglas, que afectan al siguiente cuento.

Rosaescura e Diamante es una historia de amor, que en principio es un idilio juvenil entre Diamante, un rico heredero que presenta poderes mágicos, y Rosaescura, la hija de una bruja. Estamos en una época en la que la escuela de Roke ya es una institución consolidada, trayendo la paz a Terramar. Por lo tanto, es evidente que Diamante tiene que ir a Roke para poder controlar sus poderes mágicos. No obstante, hay unas reglas que impiden que las mujeres ejerzan la magia en calidad de hechiceros, y que dicen que los magos tienen que ser célibes. Ante esta perspectiva, no es de extrañar que Diamante decida dejar sus estudios y volver a su isla natal para pasar el resto de su vida con Rosaescura.

En Os ósos da terra, se nos cuenta la verdad que hay detrás de una de las leyendas locales de la isla de Gont, citada muy por arriba en los anteriores libros; el control de un terremoto por parte del mago Ogion, impidiendo así la destrucción de una de las aldeas más importantes de la isla. Es un relato épico que, sin embargo, resulta ser muy humilde. Porque aunque Ogion ha participado en esta hazaña tan menesterosa, lo cierto era que conllevó un gran sacrificio, una pérdida irreparable que explica, en gran medida, porque Ogion es tan humilde, cuando en el primer libro acoge como aprendiz a Gavilán.

En Na braña alta, se nos cuenta la llegada de un misterioso mago a la isla de Semel, que se dedica a combatir una peste que está aniquilando al ganado local. Es una historia en donde termina participando el arquimago Gavilán, contando a su vez un relato sorprendente sobre uno de sus alumnos aventajados. Se trata de una de esas historias inéditas que dieron más fama a Gavilán en su carrera profesional como mago.

Y por fin, tenemos el cuento de Libeluliña, que se puede situar al final de Tehanu. Narra la vida de una mujer de la isla de Camiño, la cual, tras haber sido seducida por un joven mago, que ha sido repudiado de Roke por su alergia al celibato, decide ingresar en la escuela de Roke. Se retoma así un debate que se supone que ha sido zanjado en la época en que se fundó esta academia de magia; que las mujeres no pueden ser magas, al igual que los hombres. Como mucho, pueden ser brujas, aprendiendo a usar el poder gracias al aprendizaje otorgado por otra bruja, pero se les niega el conocimiento de la lengua verdadera, cuyo uso proporciona a los magos un gran poder. Aparte de la llegada de Libeluliña a Roke, el debate también viene dado por el ascenso del nuevo rey al trono de Terramar, motivo por el que todavía no se ha elegido a un nuevo arquimago y se replantea cuál debe ser el lugar de Roke en el nuevo panorama geopolítico de Terramar. Es una discusión que termina de una manera tan abrupta como asombrosa, cuando Libeluliña les muestra a todos quién es de verdad...

Y por último, pero no por ello menos importante, hay una descripción de Terramar, cuyos datos nos ofrece una mejor comprensión de Terramar y de su idiosincrasia geopolítica y mágica. Hago especial mención en el relato de sus hechos históricos, conocidos por todos los habitantes de Terramar y mencionados superficialmente en los anteriores libros. Por fin se nos cuenta, con mayor detalle, las hazañas de Morred, el primer rey de Terramar, y Erreth-Akbe, el mago al servicio del último rey de Terramar, antes de los tiempos oscuros en que se fundó la escuela de Roke. Cabe destacar que Morred fue un gran mago que combatió contra un señor oscuro en batallas épicas, con la ayuda de su esposa Elfarran. También podríamos elucubrar sobre el porqué Maharion, el último rey de Terramar. no tuvo descendencia, tan unido como estaba al legendario mago Erreth-Akbe. Pero quería recalcar que es muy probable que, en la época de los reyes, también hubiera mujeres hechiceras (como Elfarran), y que lo magos no eran célibes (como Morred, que tuvo hijos con Elfarran), porque no temían que las mujeres les chupase el poder al yacer con ellas. Entre esta impresión, y el sorprendente final del cuento de Libeliña, ya puedo hacerme una idea de cómo va a ser el futuro de Roke bajo el paraguas del nuevo rey de Terramar.

Y ya saben, si quieren saber más sobre Terramar, o iniciarse en esta fantasía medieval, lean Contos de Terramar, escrito por Ursula K. Le Guin y publicado por Boadicea editora.



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