Reseña "Einstein para perplejos".
Si no puedes explicarlo con un lenguaje sencillo, significa que no lo has entendido; bajo esta cita de Albert Einstein, José Edelstein y Andrés Gomberoff redactaron el libro Einstein para perplejos, publicada por Debate. Se trata de un ensayo en donde se desgranan las ideas de Einstein, sus antecedentes históricos, las interacciones con sus contemporáneos y el legado científico-cultural que nos ha dejado. Es un escrito especialmente dirigido a profanos en la materia, tal como se explica en el primer capítulo, en donde se menciona la Guía de los perplejos de Maimónedes; un perplejo es alguien que se enfrenta a los resultados de una disciplina científica (o filosófica), careciendo de una sesuda formación académica que le permita comprender la mencionada disciplina. Así que si ustedes desean saber sobre la obra de Einstein, pero les da pereza embarcaros en una carrera universitaria y a una maratón de exámenes plagados de complejos problemas de matemáticas, éste es el libro que están buscando.
En cuanto a mí, lo que más perplejo me dejó no es el efecto óptico del gato de Cheshire (que aparece en la ilustración que acompaña estas líneas), sino algo que hay que entender y saber de antemano para entender la primera de las contribuciones de Albert Einstein a la Ciencia; y es que los físicos del siglo XIX creían en la existencia del éter. Es decir, no creían que el espacio exterior estuviera vacío, sino que las estrellas flotaban en un medio gaseoso, fluido. Es igual que si a mí me dijeran que la Tierra es plana, está en el centro del universo y que las estrellas están fijas en una bóveda celeste. Como se explica en el libro, la creencia en el éter estaba principalmente fundamentada en la concepción de que la luz era una onda, al igual que el sonido, y, por consiguiente, es indispensable que exista un medio que permita la propagación de esta onda luminosa. Pues bien, Einstein fue el primero que se atrevió a desterrar el concepto del éter, al observar que la velocidad de la luz era constante, independientemente de qué medio esté cruzando, lo que a su vez le llevó concebir a la luz como un bombardeo de corpúsculos o fotones. Fue una teoría que se demostró cierta con experimentos posteriores, por no hablar de que se pudo comprobar en persona con la venidera Carrera Espacial.
El destierro del éter solamente ha sido la primera contribución de Einstein a la Ciencia, porque dentro de un periodo de seis meses de 1905, escribió éste y otros tres trabajos. Gracias al análisis del movimiento browniano (lo estudié en Biología, pero solamente para distinguirlo al verlo a través del microscopio), llegó a la conclusión de que los átomos existen. En el tercer trabajo estableció los cimientos de la Teoría de la Relatividad Restringida, y con el cuarto, su famosa fórmula que relaciona la energía con la masa y la velocidad de la luz.
De todo ello se habla en este libro, además de abordar la figura histórica de Einstein como personaje de su tiempo, y de sus relaciones y conexiones, tanto las que son evidentes como las insospechadas, con otras personalidades del siglo XX, o incluso, del XXI, del XIX y de tiempos anteriores, demostrando que todo en el espacio-tiempo está conectado, como si se tratara de un inmenso puzle sideral. Todo explicado con un lenguaje sencillo y recurriendo a abundante bibliografía, que se menciona en las distintas anotaciones a pie de página que aparecen a lo largo de este libro.
Pero volviendo al tema de la perplejidad, este libro ha conseguido instruirme en algunos temas que, por mucho que me resultasen familiares, desconocía. Para empezar, he descubierto que la Teoría de la Relatividad está "dividida" en dos; la Relatividad Restringida, y la Relatividad General. El apartado de la Relatividad Restringida está tan bien explicado en este libro, que por fin pude entenderla. Se trata de la dilatación del paso del tiempo según la velocidad relativa del observador. Es el fenómeno que que se muestra en la película de Buzz Lightyear (aunque si ustedes son homófobos recalcitrantes, entonces les recomiendo El vuelo del Navegante, protagonizada por Fred Savage). Y luego está la Relatividad General, en donde el paso del tiempo se dilata ante la presencia de una gran atracción gravitatoria. Es lo que pasa en Interestelar de Christopher Nolan (que por cierto, estuve flipando durante una semana larga después de verla).
También he aprendido, entre otras cosas, cómo se detectan las ondas gravitacionales, o las propiedades fotoeléctricas de los elementos de la columna once de la Tabla Periódica. Y me ha llamado mucho la atención una chocante teoría que relaciona la presencia de materia negra en nuestra galaxia con la extinción de los dinosaurios... Quizá la use algún día para escribir una de mis novelas.
Siguiendo con mi costumbre, termino la presente reseña con un vídeo de The Beatles. Porque, según este libro, la música pop actual está influenciada por la obra de Arnold Schoenberg, músico y amigo del propio Einstein (demostrando, en efecto, que todo el espacio-tiempo está conectado). Podría haber puesto el tema de Hey Jude, pero por una cuestión de economizar tiempo, he preferido subir la canción Revolution, que también se menciona en este libro; Einstein para perplejos, escrito por José Edelstein y Andrés Gomberoff, y publicada por Debate.
Comentarios
Publicar un comentario