Reseña "Un feiticeiro de Terramar".

Bienvenido a Terramar, intrépido lector. Un archipiélago en el que Ursula K. Le Guin sitúa sus historias de Terramar. En la presente entrada comentaré su primer libro, Un feiticeiro de Terramar, publicado recientemente en gallego por Boadicea editora.

Un feiticeiro de Terramar cuenta la historia de origen del hechicero Gavilán, que empieza siendo un chaval de origen humilde (hijo de un herrero de bronce), nativo de la isla de Gont. En sus tempranos años de infancia, descubre que presenta cierta afinidad con las fuerzas mágica de su isla en particular y de Terramar en general. Tras ser iniciado en las arte mágicas por una bruja local, Gavilán usa sus humildes habilidades para ayudar a rechazar un ataque de saqueadores provenientes de las Tierras de Kargad. A raíz de esta victoria, Gavilán pasa a ser discípulo del hechicero Ogion, pero, hastiado de la vida de ermitaño de su maestro, Gavilán decide emigrar a la isla de Roke, con la intención de ingresar en su escuela de hechicería. Pues en Terramar, los hechiceros son tan importantes como lo son para nosotros un científico o un médico.

La lectura de este cuento puede llegar a ser pesada, pues la autora hace especial hincapié en sembrar sobre los fundamentos de la magia que rige en Terramar. Mientras que en nuestra vida real el control de la tecnología está basada en las matemáticas, en Terramar, el control de la magia está basada en el lenguaje, en concreto, en saber o adivinar el verdadero nombre de las cosas, de los seres vivos o de las personas (es como si el universo fuera un programa informático y los hechiceros tuvieran que adivinar los códigos necesarios para acceder a los programas que rigen las fuerzas de la naturaleza). Es un aprendizaje que el lector también tiene que realizar, junto con Gavilán, para poder comprender cuáles son los límites de la magia tejida por los hechiceros de Terramar, que venden sus servicios al mejor postor, cuando no vagabundean por el archipiélago pidiendo techo y comida a los lugareños a cambio de algún hechizo necesario.

Durante sus estudios en la escuela de Roke, a raíz de la rápida progresión de Gavilán como hechicero y de una confrontación con un compañero de estudios, nuestro protagonista realiza un hechizo de invocación de los muertos que termina atrayendo hacia él una antiquísima fuerza oscura de Terramar, una sombra que carece de nombre y que deja a Gavilán muy mal herido tras este primer y accidentado encuentro. Pues esta sombra sin nombre (que ni siquiera el hechicero más poderoso puede derrotar, precisamente porque carece de nombre) acecha a Gavilán durante sus siguientes años de vida, en donde, tras recuperarse de sus heridas y dar por terminados sus estudios, tiene que ejercer su profesión de hechicero en las Noventa Islas. Es aquí, temiendo volver a ser atacado por esa terrible sombra en un momento de debilidad, cuando Gavilán decide hacer frente al dragón de Pendor, cuando Gavilán todavía está fuerte, pues este gusano y sus vástagos amenazan las vidas de los habitantes de la región; irónicamente, Gavilán decide luchar con este dragón, porque le mete mucho menos miedo que esa misteriosa sombra que le acecha.



Pero tras luchar con el dragón, Gavilán se ve obligado a partir para hacer un nuevo viaje por Terramar, con la finalidad de encontrar el verdadero nombre de la sombra que le acecha. Es un viaje no carente de trampas y escaramuzas, en el que el hechicero Gavilán tiene que usar sus poderes y habilidades mágicas para salvarse y abrirse paso. Es un viaje que termina por llevarle más allá del Confín Oriental de Terramar, en un mar inexplorado, en donde Gavilán llega a plantearse si el mundo de Terramar es redondo o plano, o en donde los hechiceros de Terramar pierden poder por no estar conectados con las energías de más allá de Terramar o, simplemente, por desconocer el lenguaje y los verdaderos nombres de más allá del mapa.
¿Conseguirá el hechicero Gavilán derrotar a la sombra que le acecha? Averígüelo leyendo Un feiticeiro de Terramar, de Ursula K. Le Guin y publicado por Boadicea editora.
Y termino esta entrada con el tema Impossible, de Two Steps From Hell, que viene muy bien para ambientar ese cuento de magia y viajes en barco.



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